Feminismo campesino desde el Caribe
Córdoba, Colombia
1948 - Presente
50+ años de activismo
Líder de la ANUC linea Sincelejo
- Sobre Ismael Bertel, líder campesino asesinado en 1974
“El mejor homenaje que le pude brindar a Ismael fue seguir su ejemplo de lucha por la tierra para los campesinos”

Primera Senadora Campesina del Caribe Colombiano
La historia de Catalina Pérez, una campesina caribeña de 76 años, representa el feminismo rural en su máximo esplendor. Durante toda su vida, ha dedicado su tiempo y esfuerzo a la lucha por la tierra, desafiando las convenciones y obstáculos que enfrentaba como mujer y líder en el campo.
Desde los años 70, Catalina fue una destacada líder de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) en las regiones de Córdoba y Sucre. A pesar de vivir en el exilio durante 21 años, sigue siendo una ferviente defensora del movimiento campesino en la actualidad.
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"La tierra no es solo nuestro sustento, es nuestra identidad, nuestra historia y nuestro futuro."

50+ años de lucha
Línea de Tiempo Histórica
Mi historia resumida
Los primeros años: Orígenes y formación
Nacida en 1948 en Córdoba, Colombia-el mismo año del magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán-Catalina del Socorro Pérez Pérez proviene de las tierras del Caribe colombiano. Creció en un entorno campesino marcado por mujeres trabajadoras y resilientes, donde el trabajo en la tierra y la organización comunitaria hicieron parte de su educación cotidiana. Su infancia transcurrió entre cultivos y tareas propias del campo, lo que fortaleció su carácter y consolidó una relación cercana con la naturaleza.
Aprendió a leer y a escribir en la finca de su abuela, conocida como “La Mona”. Allí, su abuela habilitó una escuela en casa para que los nietos pudieran formarse, integrando la enseñanza básica con los saberes del territorio y la vida rural. Esta combinación de educación doméstica y experiencia campesina influyó en su visión del trabajo solidario, la participación comunitaria y el valor de la educación como motor de cambio.
La formación de Catalina se entiende, así, como el resultado de una tradición familiar que unió disciplina, apoyo intergeneracional y arraigo al campo. Ese origen forjó una perspectiva comprometida con la vida rural del Caribe colombiano y con la importancia de fortalecer las comunidades desde la educación y la organización.
Inicios en el activismo y despertar político
Durante los años setenta, Catalina se vinculó a la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) en el momento de mayor auge del movimiento agrario en Colombia. Su participación incluyó la toma de tierras del 21 de febrero de 1971 en la finca La Antioqueña, un hito en la organización campesina. A partir de estas experiencias, consolidó un liderazgo reconocido en organizaciones locales dedicadas a mejorar las condiciones de vida en el campo, articulando las necesidades del campesinado y proyectándose como referente regional del activismo rural.
Liderazgo de Catalina: Impacto Global y Empoderamiento Femenino Rural
En 1977, Catalina fue invitada por organizaciones internacionales para compartir en varios países de Europa las experiencias de la lucha campesina en Colombia. Ese mismo año instaló el cuarto congreso campesino en Magangué, Bolívar, convirtiéndose en la primera mujer en realizar esta apertura, un hecho que marcó un precedente en la participación femenina dentro del movimiento agrario.
Durante las décadas de los ochenta y noventa, consolidó su liderazgo en organizaciones de mujeres campesinas, impulsando la participación de las mujeres en espacios de decisión y promoviendo la equidad de género en el campo. Su gestión contribuyó a visibilizar el papel de las mujeres en la producción agrícola y en la defensa del territorio, fortaleciendo procesos organizativos regionales con enfoque de derechos y perspectiva rural.
La represión, el exilio y la acción cultural
Perseguida por su activismo, tuvo que esconderse durante seis meses en el ático de su casa. En 1988, Amnistía Internacional organizó su exilio a Austria, donde vivió 21 años.
En 1989 fundó la Casa Cultural Colombiana (CCC), un espacio dedicado a mostrar la cultura del país a través de bailes, comidas típicas y encuentros comunitarios. Desarrolló esta labor junto a su compañero, el cantautor de música de protesta Máximo Jiménez, conocido por la canción “El Indio Sinuano”. La CCC fue el punto de referencia para colombianos y otros latinoamericanos migrantes. Este lugar mantuvo su vigencia como centro cultural y de apoyo comunitario hasta su regreso a Colombia.
Defensa Ambiental
La protección de La Mojana, una de las regiones más biodiversas de Colombia, se convirtió en una de sus principales banderas. Catalina lideró múltiples iniciativas para conservar este ecosistema estratégico, enfrentándose a intereses económicos que amenazaban la sostenibilidad ambiental.
Camino al Senado
Tras cinco décadas de activismo social y reconocida como una auténtica lideresa del campesinado, Catalina fue elegida senadora en 2022. A sus 74 años, se convirtió en la primera mujer campesina del Caribe en ocupar un escaño en el Senado de Colombia, representando a la Coalición Pacto Histórico. Su llegada al Congreso marcó un hito significativo para las comunidades rurales de la región y para la participación política de las mujeres campesinas en el país.
Como ella misma suele decir, "soy campesina pati rajá", una expresión costeña que resalta su origen y conexión con la tierra.
De Nuevo al Senado
Mi regreso al Senado en 2026, con el apoyo de los campesinos y de todos los colombianos, reafirmando mi compromiso con sus derechos y el bienestar del país.
"Para hacer una verdadera reforma agraria en Colombia se necesita también una organización del campesinado"
Senadora Catalina Pérez
Coalición Pacto Histórico
Luchando por la tierra y los derechos campesinos desde 1970
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